El proyecto, conocido como SII (Suministro Inmediato de Información), debía entrar en vigor en enero de 2017 y estaba llamado a ser el cambio en la gestión del IVA más importante desde que se introdujo el impuesto en 1986, pues obligaría a las empresas a remitir a Hacienda información en tiempo casi real de las facturas emitidas y recibidas. Sin embargo, el retraso en la aprobación del decreto de desarrollo de la medida y la cita electoral han dejado en el limbo esta iniciativa.
 
El Gobierno en funciones no impulsará su aprobación y la lentitud en la formación del nuevo Ejecutivo convierte en prácticamente inviable su puesta en marcha en el periodo previsto. De hecho, se contemplaba que a lo largo de este año se iniciaría un programa piloto en el que participarían grandes empresas, como Repsol. Todo ello ha quedado paralizado y dependerá de la voluntad del futuro Gobierno que el Suministro Inmediato de Información acabe ejecutándose. En cualquier caso, incluso si el nuevo equipo de Hacienda mantiene el proyecto, la entrada en vigor deberá retrasarse para dar margen a las empresas a adaptar su software para remitir tal volumen de información.