En su sentencia de fecha 21 de junio de 2024 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ratifica la procedencia del despido de un trabajador, responsable de formación en una multinacional, por ejercer un liderazgo basado en el acoso moral y los malos tratos verbales. Según los testimonios recogidos en la investigación interna, varios miembros de su equipo manifestaron experimentar altos niveles de ansiedad, presión y temor debido al trato recibido por parte del responsable de formación, uso de términos irónicos y degradantes como «eres como Van Gogh, dicen que eres muy bueno, pero yo no entiendo nada de lo que haces» o calificativos como «gusanos», «gilipollas» y «subnormales» para referirse tanto a sus colaboradores como a clientes, lo que puso en marcha una exhaustiva investigación liderada por el jefe de personal, que finalizó con el despido disciplinario del trabajador por considerar que su estilo de liderazgo no se ajustaba a los valores corporativos de la compañía.

Por su parte, el trabajador impugnó su despido alegando, entre otras cuestiones, que no se había seguido el procedimiento establecido en el protocolo de acoso laboral vigente en la compañía, a lo que el Tribunal respondió que éste no había sido mencionado en el relato fáctico, lo que dificultaba poder apreciar si se habían seguido o no las pautas establecidas en el mismo y, en consecuencia, llevaba a su desestimación. Y en cuanto al fondo del asunto, del relato de los testimonios constató que, en efecto, cabía calificar la conducta del trabajador como muy grave, cerrando así el asunto con la confirmación de la procedencia del despido disciplinario y la de que se habían respetado sus derechos en el transcurso del proceso.