La empresa puede fijar un periodo de prueba en el contrato laboral en prácticas aunque se trate de un empleado que previamente había sido becario. Y la razón está en que las prácticas académicas que realizan los estudiantes universitarios, ya sean curriculares o extracurriculares, a los que se conoce comúnmente como “becarios” (aunque legalmente no existe ese término), constituyen una actividad de naturaleza formativa que no entraña la existencia de relación laboral con la empresa.
 
Por ese mismo motivo, el periodo de tiempo que el becario haya permanecido en la empresa no computa a efectos de antigüedad.